LA BODA DE M&R, BANQUETE Y BAILE

 

Para terminar la semana os contaré como fue el banquete y la fiesta de la boda de M&R.

Como ya os expliqué, la ceremonia se celebró en una masía de la familia al igual que el aperitivo, pero para el banquete y la fiesta posterior los hicimos pasar a la masía vecina, de los padres del novio.

Los invitados siguiendo unas indicaciones en forma de señales de madera hechas por los nnovios, entraban por la parte baja del jardín y debían seguir un camino de piedras marcado con velas y con personal de la casa además de nosotras que les indicábamos hacia dónde debían ir. Al llegar a la explanada de delante de la casa, se encontraban con un fantástico “salón de banquetes” montado entre pinos delante de la casa.

Para saber dónde debían sentarse, se montó un sitting chulísimo que fabricó la novia absolutamente hand made!! Unos corazones grandes de tela de saco y cuerda, con el número de la mesa en el centro bien grande y los nombres colgados del corazón. Por si algún “despistao” no se encontraba estábamos Sonia y yo dando soporte. La verdad es que todo y que ya era oscuro, resulto todo más ágil de lo que imaginábamos. Desplazar a más de 150 personas de una casa a la otra, conseguir que buscaran su nombre y encontraran su mesa en unos 15 minutos no parecía tarea fácil!!

El “salón” del banquete quedó precioso!! Se montaron 15 mesas redondas además de la presidencial, unas más grandes que otras en función de los comensales que las iban a ocupar; y además se montaron 3 mesas largas para grupos más jóvenes y numerosos. La combinación de mesas en medio del jardín me gustó mucho como quedó!!

El entorno ya os he comentado que era un jardín silvestre, de la zona, con arbustos, árboles varios y la explanada en cuestión tenía varios pinos. Así que la decoración de las mesas fue acorde. Plantas aromáticas envueltas en tela de saco y cordón, velas de citronela con detalles de puntilla, y en lugar de la minuta para cada comensal, se hicieron unas pizarras (pero pizarra de verdad, no de las de cole en pequeñito) donde se podía leer el menú en castellano y catalán. Para indicar el lugar en la mesa de casa comensal, se utilizaron tapones de corcho partidos por la mitad a los que se les había hecho una hendidura y allí colocamos una tarjeta con el nombre del invitado por un lado y el sello que hicieron hacer los novios con el logo de la masía. Y no puedo olvidarme del servilletero, al igual que los ceniceros que ya os enseñé en un post anterior, la novia hizo uno por uno todos los corazones que se utilizaron como servilletero. No me digáis que no quedó genial!! Como iluminación, se colocaron tiras de bombillas como «de feria» desde el pino que quedaba en el centro hacia cada uno de los pinos laterales.

Además, en las mesas había un súper detallazo para las chicas. En el sitio de cada chica había una bolsa de papel craft con ventana, que contenía unas comodísimas alpargatas de cuña de su número exacto!! La novia se dedicó discretamente a ir consiguiendo el número de cada invitada durante todo el año previo… qué empeño!! Si es que ya os dije que novias como esta pocas!! 😉 Además, en las bolsas pusieron una tarjeta con una nota escrita a mano.

La cena fue según lo previsto, entrada triunfal de los novios, cena sin sobresaltos, discursos muy emotivos de dos muy buenos amigos de los novios…vaaale si, algún problemilla con un micro tuvimos, pero nada que no quede en una anécdota divertida… 😉

Los novios tenían muy claro desde el principio que ellos no eran de los de cortar la tarta y todo eso, así que querían algo diferente. Después de proponerles diferentes pastelerías, se decantaron por la magnífica Escribà. Se sirvieron unos pastelitos con forma de mini pastel nupcial a cada comensal. La gracia estaba en que había 5 sabores diferentes, y se servían al azar. Ni que decir tiene que todo el mundo quedó encantado, y Christian Escribà tuvo el detalle de servir en persona los pastelitos a los novios, la verdad es que fue muy amable con todo el mundo. Un placer trabajar con él!!

Se regalaron dos parejas de novios… pero no eran novios al uso. Una de las parejas recibió una figura de barro rústica de la que no tengo foto L; la otra en cambio recibió un par de tazas de Mr. Wonderful Shop donde se podía leer “juntos mejor y casados ni te cuento”. Las dos parejas estuvieron más que contentas!!.

Y si no había pastel ni novios al uso… el baile no podía ser diferente. Nuestros novios habían ensayado una coreografía cañera y divertida para bailar entre las mesas y así involucrar a todos los invitados y quitar un poco de “seriedad” al momento baile. Les salió genial!! Y os aseguro que con el vestido de la novia tenía muuuucho mérito y delante de tanta gente aún más!! 😉

Tras ese primer baile, sono una canción cañera que habían escogido los novios y con unos cuantos “compinches” animaron a la gente a bajar a la zona de la piscina donde se había montado la pista de baile, con luces de colores y todo, la barra libre, donde había una parte dedicada a los gin tonics especiales y otra parte al resto de bebidas, un candy bar que triunfó con un montón de chuches y chocolatinas varias y un chill-out para aquellos que necesitaran estar un ratito sentados o les apeteciera charlar.

Ah! Además, a dos escalones de esta zona, se montó un “confesionario” de lo más quitch, donde los invitados podían dejar un mensaje para los novios ataviados con toda clase de atrezzo.

Y tanto durante la cena como durante la fiesta posterior, los invitados se fueron acercando al magnífico árbol de los deseos que se había montado en un rincón. Se sacó un buró de cajones antiguo (pobre Joaquim –padre del novio- le desmontamos la casa!!…pero era por una buena causa!!), una silla, una máquina de escribir,… Un amigo de los novios les consiguió un árbol sin hojas que se consiguió fijar en una maceta, y veréis que el resultado no puedo ser mejor, un rincón muy mágico que fue tomando forma conforme pasaba la noche.

Pues a grandes trazos, esta fue la maravillosa boda de la semana pasada. Podría contaron un millón de detalles más que quizá más adelante vaya sacando poco a poco, pero os aseguro que fue una boda absolutamente hand made, con unos novios entregados, abiertos, receptivos, de esos que te ponen las cosas fáciles, un gusto trabajar con ellos os lo aseguro!!

Y las familias más de lo mismo, del primero al último estaban predispuestos a todo, a echar una mano cuando hizo falta y creíamos que no llegábamos, a preocuparse que no nos faltara de nada, a no “molestar” cuando nos veían muy liadas.

Ah!! Y no quiero cerrar el post sin hacer mención especial a Noe, la hermana de la novia. Estuvo a su lado durante el año de preparativos en todo lo que hizo falta y seguramente más, estuvo colaborando un montón los días del montaje y sin perder la sonrisa y con el mejor de los humores también nos sirvió de enlace en algunos momentos de la ceremonia. Mil gracias Noe un placer!! 😉

Ah!!…ya veo que hoy no termino… no creáis que me olvido de los proveedores, noooo pero creo que merecen un post cada uno, para que los conozcáis bien y no solo de pasada por que trabajar con ellos resultó genial. Creo que entre unos y otros creamos un muy buen equipo, así que os lo iré presentando poco a poco, si¿?

 

Ahora si… feliz viernes y a disfrutar del fin de semana!!

Las fotos de nuevo son gran parte de Good Feelings y el resto de Miguel Estrella, mil gracias Miguel!! 😉

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