Una boda en Playa del Carmen, C&H
El pasado diciembre… si hace muuuuchos meses, colaboramos en la organización de una boda muy especial y todavía no os había comentado nada, así que he pensado que era una muy buena manera de terminar la semana.
La boda de Caco y Héctor fue diferente en todos los aspectos a todas las bodas a las que he asistido tanto como invitada como por trabajo. Además del hecho de que en ésta me tocaba “trabajar” y estaba invitada.
La boda se celebró en Playa del Carmen, Méjico. Siempre había soñado con ir en invierno a un sitio de calorcito y este año me tocó!! En pleno diciembre, a una semana de las Navidades los novios, el resto de invitados y yo estábamos en playas de arena blanca y aguas turquesas en biquini!!
Él mejicano y ella española, como iban a venir a vivir a Barcelona, decidieron que la boda sería en una playa de Méjico y no pudieron elegir mejor.
La boda se celebró en el Blue Venado Beach Club, un pequeño club de playa que cerraron en exclusiva para la celebración de la boda.
Arena, el sonido del mar, la puesta de sol, unas sillas decoradas con lazos de tul blanco, una alfombra fucsia (color de la boda), 25 invitados llegados de diferentes lugares del mundo y dos personas absolutamente especiales casándose y compartiendo ese momento con nosotros!!
El novio entró del brazo de su hija mayor y la novia del brazo de uno de sus mejores amigos que también había ido desde Barcelona, precedida por la otra hija del novio que iba regando la alfombra de pétalos de rosa blancos.
A falta de algunos seres queridos que ya no están y de otros que no pudieron asistir la ceremonia se celebró en ‘petit comité’. Fue muy emotiva y pocos se salvaron de dejar caer alguna lágrima.
Y es que las bodas pequeñas tienen esto, que aun estando al final, estás casi en primera fila, que los sentimientos están mucho más vivos, mucho más presentes y se contagian las emociones.
Después de la ceremonia empezó el aperitivo y los correspondientes mojitos y demás cócteles.
Para la cena optamos por una mesa en forma de ‘T’ muy larga. En el “palo corto” se sentaron los novios y algún familiar directo y en el “palo largo” toooooodo el resto de invitados.
La cena estaba exquisita y fue una fusión de cocina mejicana e italoespañola. El pastel fue una tarta de queso espectacular rematada con unos novios en un avión, porque si algunos novios han hecho km en avión han sido ellos!!!
El padrino y amigo de la novia, Nacho, dio un discurso precioso y muy emotivo que fue el broche de oro a una cena fantástica.
Después los ya marido y mujer abrieron el baile y al poco nos unimos todos los demás!!!
La fiesta siguió hasta que el cuerpo aguantó y os aseguro que fue una de las bodas más maravillosas de las que he formado parte!!
Si se os presenta la oportunidad, decid SI a una boda en el Caribe, en la playa, descalzos, con amigos, buen ambiente, cócteles, puesta de sol,…
*el vestido de la novia se compró en una tienda de Méjico en un viaje anterior y lo custmizamos con detalles en fucsia, la corona viajo de Formentera a Barcelona y de allí a Playa del Carmen… es de Hip and Love.
*todas las fotos las hicimos los invitados 😉
FELIZ FIN DE SEMANA!!El pasado diciembre… si hace muuuuchos meses, colaboramos en la organización de una boda muy especial y todavía no os había comentado nada, así que he pensado que era una muy buena manera de terminar la semana.
La boda de Caco y Héctor fue diferente en todos los aspectos a todas las bodas a las que he asistido tanto como invitada como por trabajo. Además del hecho de que en ésta me tocaba “trabajar” y estaba invitada.
La boda se celebró en Playa del Carmen, Méjico. Siempre había soñado con ir en invierno a un sitio de calorcito y este año me tocó!! En pleno diciembre, a una semana de las Navidades los novios, el resto de invitados y yo estábamos en playas de arena blanca y aguas turquesas en biquini!!
Él mejicano y ella española, como iban a venir a vivir a Barcelona, decidieron que la boda sería en una playa de Méjico y no pudieron elegir mejor.
La boda se celebró en el Blue Venado Beach Club, un pequeño club de playa que cerraron en exclusiva para la celebración de la boda.
Arena, el sonido del mar, la puesta de sol, unas sillas decoradas con lazos de tul blanco, una alfombra fucsia (color de la boda), 25 invitados llegados de diferentes lugares del mundo y dos personas absolutamente especiales casándose y compartiendo ese momento con nosotros!!
El novio entró del brazo de su hija mayor y la novia del brazo de uno de sus mejores amigos que también había ido desde Barcelona, precedida por la otra hija del novio que iba regando la alfombra de pétalos de rosa blancos.
A falta de algunos seres queridos que ya no están y de otros que no pudieron asistir la ceremonia se celebró en ‘petit comité’. Fue muy emotiva y pocos se salvaron de dejar caer alguna lágrima.
Y es que las bodas pequeñas tienen esto, que aun estando al final, estás casi en primera fila, que los sentimientos están mucho más vivos, mucho más presentes y se contagian las emociones.
Después de la ceremonia empezó el aperitivo y los correspondientes mojitos y demás cócteles.
Para la cena optamos por una mesa en forma de ‘T’ muy larga. En el “palo corto” se sentaron los novios y algún familiar directo y en el “palo largo” toooooodo el resto de invitados.
La cena estaba exquisita y fue una fusión de cocina mejicana e italoespañola. El pastel fue una tarta de queso espectacular rematada con unos novios en un avión, porque si algunos novios han hecho km en avión han sido ellos!!!
El padrino y amigo de la novia, Nacho, dio un discurso precioso y muy emotivo que fue el broche de oro a una cena fantástica.
Después los ya marido y mujer abrieron el baile y al poco nos unimos todos los demás!!!
La fiesta siguió hasta que el cuerpo aguantó y os aseguro que fue una de las bodas más maravillosas de las que he formado parte!!
Si se os presenta la oportunidad, decid SI a una boda en el Caribe, en la playa, descalzos, con amigos, buen ambiente, cócteles, puesta de sol,…
*el vestido de la novia se compró en una tienda de Méjico en un viaje anterior y lo custmizamos con detalles en fucsia, la corona viajo de Formentera a Barcelona y de allí a Playa del Carmen… es de Hip and Love.
*todas las fotos las hicimos los invitados 😉
FELIZ FIN DE SEMANA!!El pasado diciembre… si hace muuuuchos meses, colaboramos en la organización de una boda muy especial y todavía no os había comentado nada, así que he pensado que era una muy buena manera de terminar la semana.
La boda de Caco y Héctor fue diferente en todos los aspectos a todas las bodas a las que he asistido tanto como invitada como por trabajo. Además del hecho de que en ésta me tocaba “trabajar” y estaba invitada.
La boda se celebró en Playa del Carmen, Méjico. Siempre había soñado con ir en invierno a un sitio de calorcito y este año me tocó!! En pleno diciembre, a una semana de las Navidades los novios, el resto de invitados y yo estábamos en playas de arena blanca y aguas turquesas en biquini!!
Él mejicano y ella española, como iban a venir a vivir a Barcelona, decidieron que la boda sería en una playa de Méjico y no pudieron elegir mejor.
La boda se celebró en el Blue Venado Beach Club, un pequeño club de playa que cerraron en exclusiva para la celebración de la boda.
Arena, el sonido del mar, la puesta de sol, unas sillas decoradas con lazos de tul blanco, una alfombra fucsia (color de la boda), 25 invitados llegados de diferentes lugares del mundo y dos personas absolutamente especiales casándose y compartiendo ese momento con nosotros!!
El novio entró del brazo de su hija mayor y la novia del brazo de uno de sus mejores amigos que también había ido desde Barcelona, precedida por la otra hija del novio que iba regando la alfombra de pétalos de rosa blancos.
A falta de algunos seres queridos que ya no están y de otros que no pudieron asistir la ceremonia se celebró en ‘petit comité’. Fue muy emotiva y pocos se salvaron de dejar caer alguna lágrima.
Y es que las bodas pequeñas tienen esto, que aun estando al final, estás casi en primera fila, que los sentimientos están mucho más vivos, mucho más presentes y se contagian las emociones.
Después de la ceremonia empezó el aperitivo y los correspondientes mojitos y demás cócteles.
Para la cena optamos por una mesa en forma de ‘T’ muy larga. En el “palo corto” se sentaron los novios y algún familiar directo y en el “palo largo” toooooodo el resto de invitados.
La cena estaba exquisita y fue una fusión de cocina mejicana e italoespañola. El pastel fue una tarta de queso espectacular rematada con unos novios en un avión, porque si algunos novios han hecho km en avión han sido ellos!!!
El padrino y amigo de la novia, Nacho, dio un discurso precioso y muy emotivo que fue el broche de oro a una cena fantástica.
Después los ya marido y mujer abrieron el baile y al poco nos unimos todos los demás!!!
La fiesta siguió hasta que el cuerpo aguantó y os aseguro que fue una de las bodas más maravillosas de las que he formado parte!!
Si se os presenta la oportunidad, decid SI a una boda en el Caribe, en la playa, descalzos, con amigos, buen ambiente, cócteles, puesta de sol,…
*el vestido de la novia se compró en una tienda de Méjico en un viaje anterior y lo custmizamos con detalles en fucsia, la corona viajo de Formentera a Barcelona y de allí a Playa del Carmen… es de Hip and Love.
*todas las fotos las hicimos los invitados 😉
FELIZ FIN DE SEMANA!!