En contra de las «exclusividades»
Otra semana que empieza y estamos ON FIRE!!
Las bodas se acercan y toca ponerse las pilas para que absolutamente TODO esté listo para el día B. Además tenemos visitas, reuniones, eventos… y nos encanta tener la agenda llenita de cosas chulas!!
Pero hoy voy a empezar la semana un pelín reivindicativa… será que el fin de semana me he cargado de energía. 😉
El caso es que cada temporada, cuando nos ponemos a buscar lugares donde celebrar las bodas o eventos de nuestros clientes nos encontramos con que hay bastantes que continúan con la “exclusividad” de muchos de los proveedores que trabajan allí.
Evidentemente cada uno es libre de gestionar su espacio/negocio como mejor le parezca o le convenga, pero desde mi posición considero que es algo negativo.
Los clientes cada vez más buscan más la idea de “boda personalizada”, y cuando sigo viendo el tema de las exclusivas no puedo más que preguntarme ¿cómo van a poder personalizar su boda si les imponen los proveedores?
Pongámonos en su lugar… me caso, uno de los días más importantes de mi vida y además –todos lo sabemos- un evento en el que voy a invertir mucho tiempo y mucho, mucho dinero. ¿Es lógico que me impongan los proveedores que debo contratar por el hecho de escoger un sitio u otro? ¿Es normal tener que pagar una penalización para poder llevar al proveedor que yo he elegido? ABSOLUTAMENTE NO!
Y contra lo que muchos pueden pensar, no es una cuestión de precios, o al menos no lo es siempre. Al margen de este tema, hay algo que en esta clase de eventos es muuuucho más importante, llamémosle estilo, feeling, comodidad, entendimiento o sensación, ese “algo especial” que hará que nos decantemos por un proveedor en lugar de otro. En muchas ocasiones con los proveedores que quieren imponernos no tenemos este “ALGO”!!!
Además debemos recordar que en muchos de estos espacios los novios/clientes ya están pagando pequeñas fortunas a modo de alquiler. ¿No debería ese alquiler llevar implícito el derecho a contratar el resto de proveedores a su elección?
El día de su boda los novios quieren poder escoger no sólo el lugar donde lo van a celebrar, si no también quién va a servir la comida, qué mobiliario prefieren o quién va a hacer las fotos, y me parece lo más lógico y normal del mundo!!
Puedo entender que los espacios tengan una lista de proveedores recomendados con lo que tengan algún que otro acuerdo. Además por el hecho de trabajar a menudo en el espacio, dichos proveedores a veces pueden ofrecer un servicio más económico y tienen más por la mano las instalaciones lo cual facilita el trabajo; pero de allí a imponerlos o a cobrar una penalización por no contratarlos creo que va un trecho.
Desde nuestra posición luchamos siempre por conseguir que nuestros clientes cuenten en un día tan especial con los proveedores que realmente quieren trabajar, intentamos negociar las mejores condiciones posibles para que su día sea como lo han soñado, y estoy convencida que las cosas funcionarían mejor si todos en el sector fuéramos en la misma dirección.
Si pensamos en el cliente, en la manera de facilitarle las cosas, en hacer que todo el proceso sea lo más cómodo posible para él, en que quede satisfecho con las elecciones que toma… seguramente nos daremos cuenta de que el tema de la imposición de proveedores no tiene cabida. DICHO QUEDA!
…y hasta aquí mi reivindicación de hoy!!
Feliz comienzo de semana!!Otra semana que empieza y estamos ON FIRE!!
Las bodas se acercan y toca ponerse las pilas para que absolutamente TODO esté listo para el día B. Además tenemos visitas, reuniones, eventos… y nos encanta tener la agenda llenita de cosas chulas!!
Pero hoy voy a empezar la semana un pelín reivindicativa… será que el fin de semana me he cargado de energía. 😉
El caso es que cada temporada, cuando nos ponemos a buscar lugares donde celebrar las bodas o eventos de nuestros clientes nos encontramos con que hay bastantes que continúan con la “exclusividad” de muchos de los proveedores que trabajan allí.
Evidentemente cada uno es libre de gestionar su espacio/negocio como mejor le parezca o le convenga, pero desde mi posición considero que es algo negativo.
Los clientes cada vez más buscan más la idea de “boda personalizada”, y cuando sigo viendo el tema de las exclusivas no puedo más que preguntarme ¿cómo van a poder personalizar su boda si les imponen los proveedores?
Pongámonos en su lugar… me caso, uno de los días más importantes de mi vida y además –todos lo sabemos- un evento en el que voy a invertir mucho tiempo y mucho, mucho dinero. ¿Es lógico que me impongan los proveedores que debo contratar por el hecho de escoger un sitio u otro? ¿Es normal tener que pagar una penalización para poder llevar al proveedor que yo he elegido? ABSOLUTAMENTE NO!
Y contra lo que muchos pueden pensar, no es una cuestión de precios, o al menos no lo es siempre. Al margen de este tema, hay algo que en esta clase de eventos es muuuucho más importante, llamémosle estilo, feeling, comodidad, entendimiento o sensación, ese “algo especial” que hará que nos decantemos por un proveedor en lugar de otro. En muchas ocasiones con los proveedores que quieren imponernos no tenemos este “ALGO”!!!
Además debemos recordar que en muchos de estos espacios los novios/clientes ya están pagando pequeñas fortunas a modo de alquiler. ¿No debería ese alquiler llevar implícito el derecho a contratar el resto de proveedores a su elección?
El día de su boda los novios quieren poder escoger no sólo el lugar donde lo van a celebrar, si no también quién va a servir la comida, qué mobiliario prefieren o quién va a hacer las fotos, y me parece lo más lógico y normal del mundo!!
Puedo entender que los espacios tengan una lista de proveedores recomendados con lo que tengan algún que otro acuerdo. Además por el hecho de trabajar a menudo en el espacio, dichos proveedores a veces pueden ofrecer un servicio más económico y tienen más por la mano las instalaciones lo cual facilita el trabajo; pero de allí a imponerlos o a cobrar una penalización por no contratarlos creo que va un trecho.
Desde nuestra posición luchamos siempre por conseguir que nuestros clientes cuenten en un día tan especial con los proveedores que realmente quieren trabajar, intentamos negociar las mejores condiciones posibles para que su día sea como lo han soñado, y estoy convencida que las cosas funcionarían mejor si todos en el sector fuéramos en la misma dirección.
Si pensamos en el cliente, en la manera de facilitarle las cosas, en hacer que todo el proceso sea lo más cómodo posible para él, en que quede satisfecho con las elecciones que toma… seguramente nos daremos cuenta de que el tema de la imposición de proveedores no tiene cabida. DICHO QUEDA!
…y hasta aquí mi reivindicación de hoy!!
Feliz comienzo de semana!!Otra semana que empieza y estamos ON FIRE!!
Las bodas se acercan y toca ponerse las pilas para que absolutamente TODO esté listo para el día B. Además tenemos visitas, reuniones, eventos… y nos encanta tener la agenda llenita de cosas chulas!!
Pero hoy voy a empezar la semana un pelín reivindicativa… será que el fin de semana me he cargado de energía. 😉
El caso es que cada temporada, cuando nos ponemos a buscar lugares donde celebrar las bodas o eventos de nuestros clientes nos encontramos con que hay bastantes que continúan con la “exclusividad” de muchos de los proveedores que trabajan allí.
Evidentemente cada uno es libre de gestionar su espacio/negocio como mejor le parezca o le convenga, pero desde mi posición considero que es algo negativo.
Los clientes cada vez más buscan más la idea de “boda personalizada”, y cuando sigo viendo el tema de las exclusivas no puedo más que preguntarme ¿cómo van a poder personalizar su boda si les imponen los proveedores?
Pongámonos en su lugar… me caso, uno de los días más importantes de mi vida y además –todos lo sabemos- un evento en el que voy a invertir mucho tiempo y mucho, mucho dinero. ¿Es lógico que me impongan los proveedores que debo contratar por el hecho de escoger un sitio u otro? ¿Es normal tener que pagar una penalización para poder llevar al proveedor que yo he elegido? ABSOLUTAMENTE NO!
Y contra lo que muchos pueden pensar, no es una cuestión de precios, o al menos no lo es siempre. Al margen de este tema, hay algo que en esta clase de eventos es muuuucho más importante, llamémosle estilo, feeling, comodidad, entendimiento o sensación, ese “algo especial” que hará que nos decantemos por un proveedor en lugar de otro. En muchas ocasiones con los proveedores que quieren imponernos no tenemos este “ALGO”!!!
Además debemos recordar que en muchos de estos espacios los novios/clientes ya están pagando pequeñas fortunas a modo de alquiler. ¿No debería ese alquiler llevar implícito el derecho a contratar el resto de proveedores a su elección?
El día de su boda los novios quieren poder escoger no sólo el lugar donde lo van a celebrar, si no también quién va a servir la comida, qué mobiliario prefieren o quién va a hacer las fotos, y me parece lo más lógico y normal del mundo!!
Puedo entender que los espacios tengan una lista de proveedores recomendados con lo que tengan algún que otro acuerdo. Además por el hecho de trabajar a menudo en el espacio, dichos proveedores a veces pueden ofrecer un servicio más económico y tienen más por la mano las instalaciones lo cual facilita el trabajo; pero de allí a imponerlos o a cobrar una penalización por no contratarlos creo que va un trecho.
Desde nuestra posición luchamos siempre por conseguir que nuestros clientes cuenten en un día tan especial con los proveedores que realmente quieren trabajar, intentamos negociar las mejores condiciones posibles para que su día sea como lo han soñado, y estoy convencida que las cosas funcionarían mejor si todos en el sector fuéramos en la misma dirección.
Si pensamos en el cliente, en la manera de facilitarle las cosas, en hacer que todo el proceso sea lo más cómodo posible para él, en que quede satisfecho con las elecciones que toma… seguramente nos daremos cuenta de que el tema de la imposición de proveedores no tiene cabida. DICHO QUEDA!
…y hasta aquí mi reivindicación de hoy!!
Feliz comienzo de semana!!
¡Me encanta !.
contigo al 100% !.
Lo de la penalización lo he visto y me parece muy mal, Lo he vivido.
Aún pagando la penalización que imponen, le salía a la novia más barato contratar al proveedor que a ella le gustaba. ¡ojo!
Eso sí… el enfado del «proveedor oficial» aún le dura.
Cristina